Kinesiología Holística
Tu cuerpo habla a través de tus músculos. Saber escucharlo nos ayudará en el diagnóstico tanto para dolencias físicas como emocionales.
La Kinesiología Holística ayuda a tomar consciencia de los desequilibrios que tenemos y que afectan en nuestra vida. A veces, ni siquiera sabemos qué nos sucede exactamente, aunque sí sabemos que no nos sentimos bien. Mediante la Kinesiología Holística podemos ser conscientes del motivo de nuestro malestar.
Podemos acceder a temas del pasado que quedaron no resueltos que, incluso, no recordamos. De esta forma, podemos bucear en las profundidades de nosotros para sacar a la luz los desequilibrios y poder vivir en equilibrio, recuperando de esta forma el potencial de nuestro ser.
Lo que nosotros no hablamos, lo habla nuestro cuerpo, de forma que es un almacén de memorias al que podemos acceder.
¿QUIEN PUEDE HACERSE KINESIOLOGÍA HOLÍSTICA?
Cualquier persona puede hacerse Kinesiología Holística, independientemente de la edad. Dependiendo de las necesidades de la persona, se pueden aplicar diferentes técnicas. Por ejemplo, a un bebé podemos hacerle Kinesiología holística a través de la madre, con la “técnica del sustituto”.
Hoy es un buen día para empezar a cuidarte
llámame al 690 991 227 o utiliza el formulario de contacto
¿Qué es la Kinesiología Holística?
La Kinesiología holística es una técnica que permite al terapeuta establecer un diálogo con el cuerpo mediante un test muscular. A través de un lenguaje basado en respuesta “sí” / “no” el terapeuta accede a la memoria del cuerpo para poder averiguar dónde están los desequilibrios.
Nuestro cuerpo almacena las memorias de las experiencias vividas, tanto agradables como desagradables. Las experiencias desagradables generan un estrés emocional que queda guardado en nuestro cuerpo, de forma que se activa de nuevo ante una situación similar y generando desequilibrios en nosotros.
El cuerpo está conectado totalmente, de forma holística, por lo que el estrés emocional tiene un gran repercusión en nuestro organismo en el ámbito físico, emocional, mental y energético.
Nuestro cuerpo almacena las memorias de las experiencias vividas, tanto agradables como desagradables. Las experiencias desagradables generan un estrés emocional que queda guardado en nuestro cuerpo, de forma que se activa de nuevo ante una situación similar y generando desequilibrios en nosotros.
El cuerpo está conectado totalmente, de forma holística, por lo que el estrés emocional tiene un gran repercusión en nuestro organismo en el ámbito físico, emocional, mental y energético.